sábado, 21 de agosto de 2010

Rareza

Caminar por la calle a ciegas arrastrando recuerdos con las manos deseando ser el viento,  deseando ser la lluvia que refresca la noche que se esconde, vapuleando seres invisibles camina dejando huella por calles solitarias acompañada de su fiel acompañante, su sombra se está tornando más oscura, y sin comprender volteas, sin entender piensas y sigues a postrarte en alguna cama con aires lúgubres, sin respirar me escondes en tus brazos, me sueltas a la deriva y me abandonas, me miras con aires de grandeza pues sabes que lo eres, tienes compasión de mí y me dejas a mi suerte en este mar de pieles a la deriva con la inaceptable belleza llegando a la resentida mañana, de lejos te veo, a veces de cerca, pero se que me llevarás en tu hombro a un lugar muy lejano, de madrugada.

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