Que importa la opinión de la gente santa,
si ellos no conocen el lamento de la piel
cuando se retuerce con cautela,
en gritos apretados de placer.
Sus reprimidas pieles desean mezclarse
y asolaparse sinuosas sin cordura
al dibujo que se escapa intolerante
de tu pequeña cintura.
Que importa si de ellos no vives,
si ellos no conocen el lamento de la piel
cuando se retuerce con cautela,
en gritos apretados de placer.
Sus reprimidas pieles desean mezclarse
y asolaparse sinuosas sin cordura
al dibujo que se escapa intolerante
de tu pequeña cintura.
Que importa si de ellos no vives,
si ellos solo quieren reprimirte
traerte a un mundo que está al revés,
traerte a un mundo que está al revés,
y desnudarse quizá frente a el.
Sabes pequeña puta que no estás sola,
estás conmigo aún, plagada de células
que aún desean sentir afiladas
tardes plagadas de insectos centinela.
Insectos centinela que cuidan y esperan
el momento de la partida.