miércoles, 28 de julio de 2010

Eres mía también

Mi mente suelta lo que encuentra en las oscuras células que habitan en el, se me cae el vestido,  me entra el sol por y me quema la nuca el reloj, me recuerda que se está haciendo tarde, que el tiempo se para cuando recuerdo y recostada sobre la luna yo vivo, pensando en lugares a los que no pertenezco y a lugares a donde debería pertenecer. Me falta piel para sentir cada canción,  yo se que esto tiene que ver con lo que siento en esta habitación, habitación cansada de escucharme entrar y no entrar. Tu eres hermosa pero rara, eres de todos y te me quisiste escapar, y se me vuelve a caer el vestido estando sola sola, no hay vergüenza para recordar lo pasado, es tiempo de decir adiós sin lamentos entre la ventana y la neblina pero con una sonrisa dibujada en las líneas de la prisa de mi memoria.

A todo esto, la vida es de todos y de nadie al mismo tiempo.

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