Me hizo experimentar que todo se detenía cuando me contemplaba con esos ojos penetrantes, me sonreía, se burlaba de mi, yo lo admiraba, lo deseaba siempre y le deseaba lo mejor siempre. El me exigía, yo también, el me engañó y yo también. Pero sin dudas le dedicaría mil canciones del pasado y del futuro mientras le deseo la peor de las suertes por haberme hecho más vieja y loca. Ahora lejos, distante, años que no me importa ¿me seguirá inspirando? o quizá el me dejó olvidada y ¿con la piel de porcelana para siempre? y por ello ya no lo recuerdo, ojalá nadie lo encuentre y que todos sepan que no es nada en comparación a todo lo que flota fuera de esta espiral, es insignificante al lado de las almas que trascienden en una sola y parten de esta dimensión.
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