lunes, 9 de julio de 2012

Ayer volaste hasta mis sueños y me quemaste con un cigarro que dejaste caer despacio sobre mi vientre, caía lentamente hacia mi y vi tu rostro sumergido en satisfacción mientras el se acercaba. Se detuvo y empezó a quemarme creando un dolor insoportable pero lleno de promesas, no se si vacías pero extrañas, tu mirada la perdía en el tumulto de gente mientras yo me quemaba con el fuego que para ti era nada, eso querías ver, ver como me quemaba con algo que para ti no era nada. Me desperté en la madrugada, asomé por la ventana y quedé dormida otra vez, pero esta ves en la orilla, el aire frío rompía mi piel y yo solo pensaba en ti deseando que me lleves contigo y desaparecer juntos e ir a un lugar donde nadie da promesas ni maldades. Para qué me coloqué en la orilla, al final pude sentir tus uñas atravesando mi piel y jalarme hacia ti, estabas en un sistema estelar con gravedad extrema y hacías que mi cuerpo quiera fundirse en el tuyo... Quiero fundirme en tu fuego como si fuese de cera, no me dejes despertar.

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