Me dan miedo los recuerdos de lo que hice horas atrás
manteniéndome intranquila por esos pasajes
de descuido, encontrándome con fantasmas
que atraviesan mi piel dejándola abierta.
Me molesta el ruido que no provenga de música
y acordes de momentos no planeados,
como los murmullos cuando entras solo
a un mundo avergonzado, reprimido y santo.
Me ensordecen las declaraciones falsas de amor
arrojo sobre sus deseos, petardos de mi boca
y abrazo la desesperanza de una persona herida
hasta dejarla en el confort de la luna.
Me hieren la piel las fallidas razones para odiar,
las noches poco entregadas de pasión
y las listas blancas en mi cuaderno
resumiéndolas a notas sin recordar.
Me agotan las caminatas con rumbo
las ideas planeadas para momentos dolorosos
prefiero vivir con la tranquilidad
que el tiempo me da para esquivarlos.
Me debilitan para después hacerme más fuerte
las interferencias no tan deseadas.
de descuido, encontrándome con fantasmas
que atraviesan mi piel dejándola abierta.
Me molesta el ruido que no provenga de música
y acordes de momentos no planeados,
como los murmullos cuando entras solo
a un mundo avergonzado, reprimido y santo.
Me ensordecen las declaraciones falsas de amor
arrojo sobre sus deseos, petardos de mi boca
y abrazo la desesperanza de una persona herida
hasta dejarla en el confort de la luna.
Me hieren la piel las fallidas razones para odiar,
las noches poco entregadas de pasión
y las listas blancas en mi cuaderno
resumiéndolas a notas sin recordar.
Me agotan las caminatas con rumbo
las ideas planeadas para momentos dolorosos
prefiero vivir con la tranquilidad
que el tiempo me da para esquivarlos.
Me debilitan para después hacerme más fuerte
las interferencias no tan deseadas.