Una historia de un segundo
Somos dos almas hundidas por la lluvia
abandonadas en crux,
sobre estrellas que brillan sin atención
siguiendo los llamados de dioses furiosos
por vernos cometer maldades
a la hora que se despiertan
las almas olvidadas de Venus.
El día se hace madrugada
en mis recuerdos,
mi cuerpo que se enfría lentamente
quiere retroceder y volver
a ese lugar donde nuestros murmuros
nos hacían despertar
y llegar a lo mas profundo de la locura.
Fuí el espéctaculo
que esperabas ver antes
de morir en los brazos
de un Dios encantado,
algo hubo en tu mirada
que de reojo me observó.
Cuerpos sin vida
se llevaron los reflejos
que nos envidiaban,
victoriosos se llevaron
la luz de nuestros cuerpos
brindados por Dioses
que les dan alas
a almas sin conocerse.
Yo sueño despierta esta noche
que hago un acróstico
con las cuatro letras de tu nombre,
ellas florecen fuera de estación
y forman una frase que
se avergonzaría, y la L de mi nombre
le haría un ritual a esas líneas
que gracias a ti llenan mi mente
de inspiración y de dudas como
de la existencia de mi reflejo.